Wednesday, December 9, 2015

Mística, Encuentro y Misericordia.

Escuela de la Mística

El pasado sábado 21 de Noviembre 2015, en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas Descalzas, en Los Chorros, Caracas, una vez más y para cerrar el año, se cumplió el programa de la Escuela de la Mística Carmelitana. 
Consagrados, amigos y seglares del Carmelo asistieron a la ponencia, que con el título Mística, Encuentro y Misericordia, dictó Maritza Rangel Serrano ocds. Presidenta de la Comunidad en formación "Llama de Amor Viva" ocds.
A continuación un resumen de la intervención:

Antecedentes:

Siendo invitada a dar la última charla de este año 2015, en vísperas de la fiesta de Cristo Rey, próxima entrada al tiempo de Adviento y a las elecciones parlamentarias de Venezuela. Ante el deterioro de nuestro país, el hambre y la inseguridad.
Escuchando las noticias mundiales que se cuelan por las redes sociales, las migraciones de pueblos completos en condiciones infrahumanas. Viendo por televisión el acto terrorista a la ciudad de París. Con la consecuente amenaza a la estabilidad del mundo entero. Me es imposible ser indiferente. Hermanos,  en estos  tiempos recios, yo creo que el cristiano ó es místico o  no lo es, como bien lo dijo el teólogo Karl Rahner.
Ser Místico cristiano es una manera de vida: “ no soy yo, es Cristo que vive en mì ”, dice el apòstol Pablo ( Gal 2, 20). Y uno se pregunta - ¿ Y cómo es eso ? , pues San Juan de la Cruz dice: -” estando el alma tan cerca de Dios que está transformada en llama de amor, en que se le comunica el Padre, el Hijo y el Espìritu” (LL1,6).
Tal, como la esponja que se enchumba de agua y al sacarla no sale otra cosa sino agua. Capaz de mojar.
Quiere decir entonces que hubo un Encuentro,  motorizado por el Espíritu Santo. (1Cor 2,9-11 ). Y para mí, la experiencia de Dios en Jesús su hijo, y de nosotro@s con ellos, se da en la característica primordial del Padre:  la Misericordia.
A eso se debe el título de esta pequeña ponencia, que con nombres tan grandes, me atrevo a rozar. Con la  intención de provocar curiosidad y deseos…. de cómo llegar al Absoluto en fe, para bien amar... y contar las maravillas del Creador.

Mística

En el Diccionario de la Mística, el vocablo Mística (notas históricas) concluye que  el Vaticano II enseña: “ La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios” (GS 19). La aspiración mística es, por tanto, inherente a la naturaleza humana y con mucha frecuencia, en el transcurso de los siglos, la experiencia mística ha demostrado la posibilidad y la capacidad, en todos los tiempos y en todos los lugares para todos los hijos de Dios, de vivir la aventura humana en la autenticidad y el deseo de ver el rostro de Dios.

En cuanto a la experiencia mística, como misterio, es decir, la realidad divina, siempre oculta, “en San Pablo el misterio de la salvación se convierte en objeto de experiencia, tras la visión de Cristo en el camino de Damasco. La atención recae no en la experiencia sino en la revelación de Dios en Jesucristo. De modo que el término místico en su sentido originario, viene a significar el descubrimiento del amor de Dios.”

En Santa Teresa, mujer de experiencia, se le revela Jesús una y otra vez, confirmando “la verdad de cuando niña” que no olvidaría. La revelación en ella fue gradual donde pudo sobrepasar sus dicotomías “ Paréceme andaba su Majestad mirando y remirando por dónde me podía tornar a sí. Bendito seais vos, Señor, que tanto me habeís sufrido. Amén.” ( V2,8 ) E integrarse con tanta fuerza interna  con “ determinación”, que se dejó acompañar por la Santísima Trinidad, sin perder su condición humana, en un estado de comunión personal, íntima. Lo que la impulsó poderosamente a fundar y a escribir con la misma pasión de una mujer contínuamente enamorada como lo fue ella de su Señor Resucitado, su capitán.
”Aquí se le comunican todas tres Personas y la hablan, y la dan a entender aquellas palabras que dice el Evangelio que dijo el Señor que vendría El y el Padre y el Espíritu Santo a morar en el alma que le ama y guarda sus mandamientos. ¡Oh válgame Dios! Cuán diferente cosa es oir estas palabras y creerlas, a entender por esta manera cuán verdaderas son”. (M7, 1,6).
El teólogo Karl Rahner escribió: “en el siglo XXI los cristianos serán místicos o no lo serán ”.
La Dra. en filosofía Saskia Wendel es desde 2008, profesora de teología en el Instituto de Teología Católica de la Universidad de Colonia. En 2004 publicó Mística Cristiana. Define la mística como “ experiencia directa del absoluto”. Experiencia, según ella unida indisolublemente a la autocerteza y a la autoconciencia. Hace énfasis que esta experiencia es “trascendental” (en el sentido que Rahner, para quien el ser humano supera subjetivamente a la propia conciencia. Esta tensión hacia el horizonte trascendente de la experiencia del absoluto es el lugar de la experiencia mística). No es para una gente especial sino está al alcance de todo ser consciente.
Dice el escritor Rafael Cadenas en su libro Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística pg. 24: “ El término místico es un rótulo como cualquier otro. Se suele usar más despectivamente que en buen sentido o en su acepción justa. Casi siempre se quiere designar con él a alguien que se aparta de la ruta usual o alguien que está fuera de la realidad o alguien con actitudes ascéticas….Por lo pronto, digamos que la nota de estar fuera de la realidad que se le atribuye no es admisible porque entre las principales exigencias de todas las místicas está la atención.”

Misericordia
A pocos días de la próxima apertura del año de la misericordia proclamado por el Papa Francisco, este término cobra una importancia que tiene que ver, a mi parecer, con el signo de los tiempos.  
Meter el corazón en la miseria propia y de los demás, llámese carencias, debilidades, tentaciones, pecados... Solos no podemos, se requiere hacer un camino de encuentro con nuestro Señor, despojándonos, desnudándonos de los revestimientos inútiles y soltar, una y otra vez soltar las ataduras, los prejuicios, las malacrianzas, los malos hábitos, los rencores, la rigidez, los chismes, la mentira, el egoismo, el sarcasmo, la crítica destructiva, la falta de aceptación, los juicios ligeros, la indiferencia ante el dolor ajeno.  Todo aquello que nos esclaviza. Abrirnos a ser cada día nuevos. Confiando en Dios sin temor.
Isaías 58, 6-11 lo expresa de modo inmejorable “ Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper toda clase de yugo.
Compartir tu pan con el hambriento, albergar a los pobres sin techo , cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes.  Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu herida curará.”
En una revista alemana decía que “la mística del siglo XXI impulsará la solidaridad.  Ha de tener un reflejo en la praxis política: fomentar el compromiso con los más débiles y reconocer como inalienable la dignidad individual”.
¿ Para qué ?

Encuentro
Para que en desnudez de nuestros miriñaques abrir el espacio interno, pertenencia de Dios Padre, sanados y  acceder a los demás en el encuentro con el prójimo; que puede ser tu mamá, tu hermana, tu amigo, tu vecino, tu esposa... y los no tan próximos, en una red de inclusión.
Diablo en el lenguaje bíblico es división. Lo personificamos con una actitud adversa al designio divino. Ya lo decía el profesor de la UCV, Rafael Cadenas en el libro antes mencionado, que el desarrollo de la conciencia “implica esencialmente un conocimiento de sí mismo, y sobre todo del peligro que representamos. Y el cual se acrecienta cuando no existe conocimiento propio.”
¿ Y Sta. Teresa?: “Que siempre es bien conocer nuestra miserable naturaleza” V13,1.

Ahora el Señor nos pide más. Esto lo entendió muy bien Edith Stein cuando escribió : “Sabe que estamos capacitados para avanzar un poco más en la toma de conciencia de quienes somos : hijos de un Rey que es amor”
Somos su familia y le dijimos que sí. (Juan 17, 4,6-11,15-21). La palabra nos indica que se lo tomó en serio. ¿ Y nosotros, nos lo tomamos en serio ?

Vía de Encuentro con nuestro Creador

Al leer el libro de Las Moradas de Sta Teresa nos ubica en un castillo todo de diamante, el alma. La de cada uno de nosotr@os. y dice así: “...no es otra cosa el alma del justo sino un paraiso adonde dice él tiene sus deleites. Pues que tal os parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio,tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita...basta decir su Majestad que es hecha a su imagen y semejanza para que apenas podamos entender la gran dignidad y hermosura del ánima.” (1M, 1).  
Sigue instruyendo para que vayamos sabiendo quiénes somos para Dios, si no lo sabemos: “ ..este castillo tiene muchas moradas...y en el centro y mitad...tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma“. (1M1,3).
Nos está diciendo que somos capaces de Él y  a su semejanza. Dignos, hermosos. Si así nos ve, ¿quiénes somos nosotros para excluirnos de mirarnos a nosotros mismos de esa manera y a los demás?

Sabiendo ahora en la forma que nos mira el Señor, dice ella en 1M1,5 el cómo. “ Más habéis de entender que va mucho de estar a estar...Ya habréis oído en algunos libros de oración aconsejar al alma que entre dentro de sí; pues esto mismo es.”
Me pregunto ahora, ¿ por dónde se entra a cualquier casa donde nos invitan?.
“Porque a cuanto yo pueda entender, la puerta para entrar en este castillo es la oración, y consideración, no digo más mental que vocal; que como sea oración ha de ser con consideración; porque la que no advierte con quién habla y lo que pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración, aunque menee los labios…” (1M1,7)
Nos ubica. Es un llamado a tomar conciencia de quiénes somos, (conocimiento propio) y con quién tratamos. Es una conversación con Dios.
Para eso hay que vaciar el espacio donde nos vamos a encontrar con Él. Como dijimos antes, despojarnos de lo que nos esclaviza. Soltar las dependencias. Hacer de esta práctica un buen hábito. Somos humanos e imperfectos, lo sabemos, no hay que temer, solo disponernos. (Leer, CB1,8-10 de San Juan de la Cruz)
Sé por experiencia que cuando nos enamoramos, no podemos dejar de ver al ser amado. Todo alrededor desaparece. También sé que la sensación es que sólo se está con el otro. Ese otro es todo, único, admirado, atractivo, nuestro en ese instante. Se da como si cada uno es una isla al lado de otra isla (aislados del entorno). Dos individualidades que se atraen irresistiblemente. Por lo que se abre la comunicación, se escuchan uno al otro  en  intimidad. Es claro que intimidad es recinto cerrado. Lo que sucede allí es propio, totalmente particular. Como bien decía Edith Stein: “secretum meum mihi , o lo que es lo mismo: mi secreto para mí, refiriéndose a su conversión. Recomiendo leer de San Juan de la Cruz CB1, 8-10. Para mí, un instructivo de la actitud ante el encuentro con nuestro Señor.

Conclusión:
Ser místicos nos conduce a ser misericordiosos como el Señor es misericordioso. Nos ha equipado con el don de la fe y la gracia. Nos ha provisto de las potencias memoria, entendimiento y voluntad para actuar conforme a su voluntad. Nos ha regalado modelos de santidad que nos muestran el camino. Aquí mismo.
Cierro con este pensamiento de Edith: “ Durante el tiempo que precedió a mi conversión e incluso un buen tiempo después, tenía la convicción de que llevar una vida religiosa significaba el abandono de todo lo terrestre para vivir de las cosas divinas. Progresivamente aprendí a reconocer que algo más se nos pide en este mundo y que incluso en la vida contemplativa, el legámen con el mundo no se debe romper.  Creo incluso, que cuanto más profunda es la atracción que nos conduce a Dios,  mayor es el deber de “salir de sí ”, en este sentido también, es decir en dirección al mundo para llevar allí la vida divina”. Brief 12.2.1928, en ESW VIII,p.54.




cpdem 

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