Escuela de la Mística
El pasado sábado 21 de Noviembre 2015, en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas Descalzas, en Los Chorros, Caracas, una vez más y para cerrar el año, se cumplió el programa de la Escuela de la Mística Carmelitana.
Consagrados, amigos y seglares del Carmelo asistieron a la ponencia, que con el título Mística, Encuentro y Misericordia, dictó Maritza Rangel Serrano ocds. Presidenta de la Comunidad en formación "Llama de Amor Viva" ocds.
A continuación un resumen de la intervención:
Consagrados, amigos y seglares del Carmelo asistieron a la ponencia, que con el título Mística, Encuentro y Misericordia, dictó Maritza Rangel Serrano ocds. Presidenta de la Comunidad en formación "Llama de Amor Viva" ocds.
A continuación un resumen de la intervención:
Antecedentes:
Siendo invitada a dar la última
charla de este año 2015, en vísperas de la fiesta de Cristo Rey, próxima
entrada al tiempo de Adviento y a las elecciones parlamentarias de Venezuela.
Ante el deterioro de nuestro país, el hambre y la inseguridad.
Escuchando las noticias mundiales que
se cuelan por las redes sociales, las migraciones de pueblos completos en
condiciones infrahumanas. Viendo por televisión el acto terrorista a la ciudad
de París. Con la consecuente amenaza a la estabilidad del mundo entero. Me es
imposible ser indiferente. Hermanos, en estos tiempos
recios, yo creo que el cristiano ó es místico o no lo es, como
bien lo dijo el teólogo Karl Rahner.
Ser Místico cristiano es una manera de vida: “ no soy yo, es Cristo que vive en mì ”, dice el apòstol Pablo ( Gal 2, 20). Y uno se pregunta - ¿ Y cómo es eso ? , pues San Juan de la Cruz dice: -” estando el alma tan cerca de Dios que está transformada en llama de amor, en que se le comunica el Padre, el Hijo y el Espìritu” (LL1,6).
Ser Místico cristiano es una manera de vida: “ no soy yo, es Cristo que vive en mì ”, dice el apòstol Pablo ( Gal 2, 20). Y uno se pregunta - ¿ Y cómo es eso ? , pues San Juan de la Cruz dice: -” estando el alma tan cerca de Dios que está transformada en llama de amor, en que se le comunica el Padre, el Hijo y el Espìritu” (LL1,6).
Tal, como la esponja que se enchumba
de agua y al sacarla no sale otra cosa sino agua. Capaz de mojar.
Quiere decir entonces que hubo un
Encuentro, motorizado por el Espíritu Santo. (1Cor 2,9-11 ). Y para mí,
la experiencia de Dios en Jesús su hijo, y de nosotro@s con ellos, se da en
la característica primordial del Padre: la Misericordia.
A eso se debe el título de esta
pequeña ponencia, que con nombres tan grandes, me atrevo a rozar. Con la
intención de provocar curiosidad y deseos…. de cómo llegar al Absoluto en
fe, para bien amar... y contar las maravillas del Creador.
Mística
En el Diccionario de la Mística, el
vocablo Mística (notas históricas) concluye que el Vaticano II enseña: “
La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la
unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con
Dios” (GS 19). La aspiración mística es, por tanto, inherente a la naturaleza
humana y con mucha frecuencia, en el transcurso de los siglos, la experiencia
mística ha demostrado la posibilidad y la capacidad, en todos los tiempos y en
todos los lugares para todos los hijos de Dios, de vivir la aventura humana en
la autenticidad y el deseo de ver el rostro de Dios.
En cuanto a la experiencia mística,
como misterio, es decir, la realidad divina, siempre oculta, “en San Pablo el
misterio de la salvación se convierte en objeto de experiencia, tras la visión
de Cristo en el camino de Damasco. La atención recae no en la experiencia sino
en la revelación de Dios en Jesucristo. De modo que el término místico en su
sentido originario, viene a significar el descubrimiento del amor de Dios.”
En Santa Teresa, mujer de
experiencia, se le revela Jesús una y otra vez, confirmando “la verdad de
cuando niña” que no olvidaría. La revelación en ella fue gradual donde pudo
sobrepasar sus dicotomías “ Paréceme andaba su Majestad mirando y remirando por
dónde me podía tornar a sí. Bendito seais vos, Señor, que tanto me habeís
sufrido. Amén.” ( V2,8 ) E integrarse con tanta fuerza interna con “
determinación”, que se dejó acompañar por la Santísima Trinidad, sin perder su
condición humana, en un estado de comunión personal, íntima. Lo que la impulsó
poderosamente a fundar y a escribir con la misma pasión de una mujer
contínuamente enamorada como lo fue ella de su Señor Resucitado, su capitán.
”Aquí se le comunican todas tres
Personas y la hablan, y la dan a entender aquellas palabras que dice el
Evangelio que dijo el Señor que vendría El y el Padre y el Espíritu Santo a
morar en el alma que le ama y guarda sus mandamientos. ¡Oh válgame Dios! Cuán diferente cosa es oir estas palabras y creerlas, a entender por esta
manera cuán verdaderas son”. (M7, 1,6).
El teólogo Karl Rahner escribió: “en
el siglo XXI los cristianos serán místicos o no lo serán ”.
La Dra. en filosofía Saskia Wendel es
desde 2008, profesora de teología en el Instituto de Teología Católica de la
Universidad de Colonia. En 2004 publicó Mística Cristiana. Define la mística como
“ experiencia directa del absoluto”. Experiencia, según ella unida
indisolublemente a la autocerteza y a la autoconciencia. Hace énfasis que esta
experiencia es “trascendental” (en el sentido que Rahner, para quien el ser
humano supera subjetivamente a la propia conciencia. Esta tensión hacia el
horizonte trascendente de la experiencia del absoluto es el lugar de la
experiencia mística). No es para una gente especial sino está al alcance de
todo ser consciente.
Dice el escritor Rafael Cadenas en su
libro Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística pg. 24: “ El término
místico es un rótulo como cualquier otro. Se suele usar más despectivamente que
en buen sentido o en su acepción justa. Casi siempre se quiere designar con él
a alguien que se aparta de la ruta usual o alguien que está fuera de la
realidad o alguien con actitudes ascéticas….Por lo pronto, digamos que la nota
de estar fuera de la realidad que se le atribuye no es admisible porque entre
las principales exigencias de todas las místicas está la atención.”
Misericordia
A pocos días de la próxima apertura
del año de la misericordia proclamado por el Papa Francisco, este término cobra
una importancia que tiene que ver, a mi parecer, con el signo de los tiempos.
Meter el corazón en la miseria propia
y de los demás, llámese carencias, debilidades, tentaciones, pecados... Solos
no podemos, se requiere hacer un camino de encuentro con nuestro Señor,
despojándonos, desnudándonos de los revestimientos inútiles y soltar, una y
otra vez soltar las ataduras, los prejuicios, las malacrianzas, los malos
hábitos, los rencores, la rigidez, los chismes, la mentira, el egoismo, el
sarcasmo, la crítica destructiva, la falta de aceptación, los juicios ligeros,
la indiferencia ante el dolor ajeno. Todo aquello que nos esclaviza.
Abrirnos a ser cada día nuevos. Confiando en Dios sin temor.
Isaías 58, 6-11 lo expresa de modo
inmejorable “ Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas,
desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper toda
clase de yugo.
Compartir tu pan con el hambriento,
albergar a los pobres sin techo , cubrir al que veas desnudo y no abandonar a
tus semejantes. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu herida
curará.”
En una revista alemana decía que “la
mística del siglo XXI impulsará la solidaridad. Ha de tener un reflejo en
la praxis política: fomentar el compromiso con los más débiles y reconocer como
inalienable la dignidad individual”.
¿ Para qué ?
Encuentro
Para que en desnudez de nuestros
miriñaques abrir el espacio interno, pertenencia de Dios Padre, sanados y
acceder a los demás en el encuentro con el prójimo; que puede ser tu
mamá, tu hermana, tu amigo, tu vecino, tu esposa... y los no tan próximos, en una
red de inclusión.
Diablo en el lenguaje bíblico es
división. Lo personificamos con una actitud adversa al designio divino. Ya lo
decía el profesor de la UCV, Rafael Cadenas en el libro antes mencionado, que
el desarrollo de la conciencia “implica esencialmente un conocimiento de sí
mismo, y sobre todo del peligro que representamos. Y el cual se acrecienta
cuando no existe conocimiento propio.”
¿ Y Sta. Teresa?: “Que siempre es
bien conocer nuestra miserable naturaleza” V13,1.
Ahora el Señor nos pide más. Esto lo
entendió muy bien Edith Stein cuando escribió : “Sabe que estamos capacitados
para avanzar un poco más en la toma de conciencia de quienes somos : hijos de
un Rey que es amor”
Somos su familia y le dijimos que sí.
(Juan 17, 4,6-11,15-21). La palabra nos indica que se lo tomó en serio. ¿ Y
nosotros, nos lo tomamos en serio ?
Vía de Encuentro con nuestro Creador
Al leer el libro de Las Moradas de
Sta Teresa nos ubica en un castillo todo de diamante, el alma. La de cada uno
de nosotr@os. y dice así: “...no es otra cosa el alma del justo sino un paraiso
adonde dice él tiene sus deleites. Pues que tal os parece que será el aposento
adonde un Rey tan poderoso, tan sabio,tan limpio, tan lleno de todos los bienes
se deleita...basta decir su Majestad que es hecha a su imagen y semejanza para
que apenas podamos entender la gran dignidad y hermosura del ánima.” (1M, 1).
Sigue instruyendo para que vayamos
sabiendo quiénes somos para Dios, si no lo sabemos: “ ..este castillo tiene
muchas moradas...y en el centro y mitad...tiene la más principal, que es adonde
pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma“. (1M1,3).
Nos está diciendo que somos capaces
de Él y a su semejanza. Dignos, hermosos. Si así nos ve, ¿quiénes somos
nosotros para excluirnos de mirarnos a nosotros mismos de esa manera y a los
demás?
Sabiendo ahora en la forma que nos
mira el Señor, dice ella en 1M1,5 el cómo. “ Más habéis de entender que va mucho
de estar a estar...Ya habréis oído en algunos libros de oración aconsejar al
alma que entre dentro de sí; pues esto mismo es.”
Me pregunto ahora, ¿ por dónde se
entra a cualquier casa donde nos invitan?.
“Porque a cuanto yo pueda entender,
la puerta para entrar en este castillo es la oración, y consideración, no digo
más mental que vocal; que como sea oración ha de ser con consideración; porque
la que no advierte con quién habla y lo que pide y quién es quien pide y a
quién, no la llamo yo oración, aunque menee los labios…” (1M1,7)
Nos ubica. Es un llamado a tomar
conciencia de quiénes somos, (conocimiento propio) y con quién tratamos. Es una
conversación con Dios.
Para eso hay que vaciar el espacio
donde nos vamos a encontrar con Él. Como dijimos antes, despojarnos de lo que
nos esclaviza. Soltar las dependencias. Hacer de esta práctica un buen hábito.
Somos humanos e imperfectos, lo sabemos, no hay que temer, solo disponernos. (Leer,
CB1,8-10 de San Juan de la Cruz)
Sé por experiencia que cuando nos
enamoramos, no podemos dejar de ver al ser amado. Todo alrededor desaparece.
También sé que la sensación es que sólo se está con el otro. Ese otro es todo,
único, admirado, atractivo, nuestro en ese instante. Se da como si cada uno es
una isla al lado de otra isla (aislados del entorno). Dos
individualidades que se atraen irresistiblemente. Por lo que se abre la
comunicación, se escuchan uno al otro en intimidad. Es claro que
intimidad es recinto cerrado. Lo que sucede allí es propio, totalmente
particular. Como bien decía Edith Stein: “secretum meum mihi , o lo que es lo
mismo: mi secreto para mí, refiriéndose a su conversión. Recomiendo leer de
San Juan de la Cruz CB1, 8-10. Para mí, un instructivo de la actitud ante el
encuentro con nuestro Señor.
Conclusión:
Ser místicos nos conduce a ser
misericordiosos como el Señor es misericordioso. Nos ha equipado con el don de
la fe y la gracia. Nos ha provisto de las potencias memoria, entendimiento y
voluntad para actuar conforme a su voluntad. Nos ha regalado modelos de
santidad que nos muestran el camino. Aquí mismo.
Cierro con este pensamiento de Edith: “ Durante el tiempo que precedió a mi conversión e incluso un buen
tiempo después, tenía la convicción de que llevar una vida religiosa
significaba el abandono de todo lo terrestre para vivir de las cosas divinas.
Progresivamente aprendí a reconocer que algo más se nos pide en este mundo y
que incluso en la vida contemplativa, el legámen con el mundo no se debe romper.
Creo incluso, que cuanto más profunda es la atracción que nos conduce a
Dios, mayor es el deber de “salir de sí ”, en este sentido también, es
decir en dirección al mundo para llevar allí la vida divina”. Brief 12.2.1928,
en ESW VIII,p.54.
cpdem
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