Sunday, February 19, 2012

Cuaresma. Tiempo de Gracia



     Por su sacrificio Cristo destruyó el pecado
                    y nos devolvió la Gracia

 
                                   
                   

      Cristo dejándose fijar a la Cruz, laceró la sentencia de    
          condenación y muerte que pesaba sobre nosotros 
                                       (San Pablo)


  En el Misterio Pascual, Dios Padre, por medio del Hijo en el Espíritu Paráclito, se ha inclinado sobre cada hombre ofreciéndole la posibilidad de la redención del pecado y la liberación de la muerte
(Juan Pablo II)


La Constitución Sacrosanctum Concilium (nn.109-110), considera que la Cuaresma es el tiempo litúrgico en que los cristianos se preparan para celebrar el Misterio Pascual, mediante una verdadera conversión y renovación del corazón, el recuerdo o celebración del Bautismo y la participación en el Sacramento de la Reconciliación.

A este fin la Iglesia exhorta a sus fieles a estar atentos a la Palabra de Dios, a la Oración tanto personal como comunitaria, a la práctica de la limosna y al ayuno y a que los cristianos tomen más conciencia de las exigencias que para la propia vida, representa la celebración de la Muerte y Resurreccíón de Cristo.


                      Cuaresma
La Cuaresma se inicia el Miércoles de Ceniza, cuarenta días antes del Domingo de Ramos, día en que comienza la Semana Santa.
El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa austeridad, penitencia.  

La imposición de las cenizas simboliza nuestra vida pasajera, nos recuerda la inexorable y efímera 
fragilidad de la vida del hombre y nos lleva a reflexionar sobre nuestra única realidad:
La vida definitiva se encuentra en el Cielo.


                                                         Miércoles de Ceniza:  el inicio de la Cuaresma


El Sacerdote, en el momento de marcar con las cenizas una Cruz en la frente del cristiano como símbolo de conversión, pronuncia alguna de éstas, u otras palabras de la liturgia del Miércoles de Ceniza:

Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás (Gén.18,27)

Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc.1,15)


                             .

Las cenizas provienen de la incineración de  las  palmas benditas usadas el Domingo de Ramos el año anterior y las pueden recibir niños y adultos.

                    

El orígen de esta costumbre, data de los tiempos remotos en que los judíos solían cubrirse la cabeza de cenizas, cuando estaban sufriendo alguna pena o hacían un sacrificio.
También lo hacían los ninivitas para demostrar su deseo de conversión.

En los primeros siglos de la Iglesia, la voluntad de convertirse se manifestaba, en acudir al Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, en colocarse cenizas en la cabeza y en vestir un burdo hábito o sayal, que denotara el deseo de hacer penitencia.

Desde el siglo XI, la Iglesia de Roma instituyó la imposición de las cenizas, iniciando así los cuarenta días de penitencia y conversión.

El Miercóles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia, de la misma manera que lo exige el Viernes Santo. Estos dos días obligan a cumplir
abstinencia a partir de los catorce años y al ayuno desde los dieciocho, hasta los sesenta años.
El ayuno consiste en hacer sólo una comida al día y la abstinencia, en no comer carne.

"Cuando ayunéis no aparezcáis tristes como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan".
(Mt.6,6).



                         Biblia : Versión del siglo XVIII la Sagrada Biblia


"La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia.
En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto".


                 
                                                                                (Oseas 2.14)

                                

El porqué del carnaval, antes del inicio de la Cuaresma.

La palabra carnaval viene del latín carnevale,  
que quiere decir: adiós a la carne, ó desdepida de la carne, como alusión a los ayunos y a la abstinencia, que en tiempos antiguos los cristianos hacían durante la Cuaresma.
Al no tener los modos de conservar este tipo de alimento, organizaban por tres días, antes del Miércoles de Ceniza o comienzo de la Cuaresma, grandes comilonas y se dedicaban a consumir todos los productos que les estaba vedado tomar durante los próximos cuarenta días.
Luego cayeron en la tentación de realizar todo tipo de festejos para exaltar los placeres de la carne, muchas veces de manera exagerada y de esta forma se originó el llamado carnaval.
Igual connotación tiene el vocablo: carnestolendas. Domenica prima carnes tolendas.
Es decir:
El primer Domingo antes de quitar la carne.

Cabe destacar que después venía el arrepentimiento
al ser conocedores, como lo eran, de que sacrificium significa: hacer sagradas las cosas.

La Cuaresma empieza con cenizas y termina con el Fuego, el Agua y la Luz de la Vigilia Pascual.
El hombre viejo se ha convertido en cenizas, para dar paso a la Vida Pascual de Cristo.

Iniciemos la Cuaresma buscando estar al lado de Jesús, acompañándolo desde su desierto, hasta el día de su triunfante Resurrección.

 

"Velad y orad para que no caigáis en tentación. que el espíritu está pronto pero la carne es débil" (Mt.26,40-41).


(Algunas fotografías han sido tomadas de Internet).
























 

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