Papa Francisco
El Cardenal Jorge Mario Bergoglio, se ha convertido en el Sucesor de Benedicto XVI y en el primer Papa latinoamericano.
Su designación para ocupar la silla de San Pedro es también la primera de un jesuita para dirigir la Iglesia Católica.
El Papa Francisco nació el 17 de Diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta de la capital argentina.
A los 22 años se unió a la Compañia de Jesús donde estudió y obtuvo una licenciatura en Filosofía.
Tras incursionar en la enseñanza privada, comienza sus estudios de Teología y se ordena como sacerdote en 1969.
Cuatro años después, a los 36 años, fue nombrado responsable nacional de los jesuitas argentinos, cargo que desempeñó durante seis años.
Tomó el nombre por Francisco de Asís, santo austero y humilde y reformador de la Iglesia en el Siglo XIII.
Antes de la bendición urbi et orbi el nuevo Obispo de Roma pidió a los congregados: "Recen a Dios para que bendiga a vuestro Papa". |
En su primera homilía como Papa y hablando en italiano, sin leer ningún texto, SS Francisco, ha observado que las tres lecturas tienen algo en común:
“El movimiento. En la primera de ellas, el movimiento es camino; en la segunda el movimiento está en la construcción de la Iglesia; en el Evangelio, el movimiento está en la confesión. Caminar, construir, confesar”.
El Pontífice ha recordado que lo primero que Dios dijo a Abraham fue: “Camina en mi presencia y sé perfecto… Nuestra vida es un camino. Cuando nos detenemos, hay algo que no funciona. Caminar, siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, intentando vivir con la perfección que Dios pide a Abraham”.
“Construir, edificar la Iglesia; se habla de piedras: las piedras son consistentes; pero son piedras vivas, piedras ungidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia, la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es el Señor mismo”.
“Confesar.... Podemos caminar cuanto queramos, podemos construir tantas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, no vale. Nos convertiríamos en una ONG filantrópica, pero no seríamos la Iglesia, esposa del Señor. Cuando no andamos, nos detenemos... retrocedemos. Cuando no se construye sobre las piedras ¿qué pasa? Nos pasa lo mismo que a los niños cuando hacen castillos de arena en la playa: terminan cayéndose porque no tienen consistencia”.
Y, citando a Leon Bloy, el Santo Padre ha afirmado: “El que no reza al Señor, reza al diablo”, porque “cuando no se confiesa a Jesucristo se confiesa la mundanidad del demonio”.
“Caminar, edificar, construir, confesar. Pero no es tan fácil, porque cuando se camina, se construye, se confiesa, a veces hay sacudidas, hay tirones, que no son movimientos propios del camino porque nos hacen retroceder”.
“Incluso Pedro que ha confesado a Jesucristo, le dice: “Tu eres Cristo, el hijo de Dios vivo. Yo te sigo, pero no hablemos de la Cruz. Es algo que no tiene nada que ver... Te sigo, sin la Cruz”. Pero “cuando caminamos sin la Cruz, cuando construimos sin la Cruz y cuando confesamos a un Cristo sin la Cruz... no somos discípulos del Señor: somos mundanos; somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor”.
“Y yo quisiera que todos, después de estos días de gracia, tengamos el valor; sí, el valor, de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor, de edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor que se derramó en la Cruz; y de confesar la única gloria: a Cristo crucificado. Y así, la Iglesia irá hacia delante.
Deseo para todos nosotros que el Espíritu Santo y la oración de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo”.
**********
Oremos siempre por el Papa Francisco, que desde ya lo queremos, porque es el Vicario de Nuestro Señor Jesucristo aquí en la tierra.
¡Bienvenido Papa Francisco!
No comments:
Post a Comment