Sunday, March 31, 2013

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!




¡Cristo ha resucitado
verdaderamente ha resucitado.
¡Aleluya!

"Y respondiendo el Ángel dijo a las mujeres:
No temáis vosotras, porque sé que buscáis a Jesús, quien  fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado, así como dijo. 
Venid, ved el lugar donde estaba puesto. 
E id de prisa y decid a sus discípulos que ha resucitado de entre los muertos. 
He aquí va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. He aquí os lo he dicho. 
Entonces ellas salieron a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, y corrieron a dar las nuevas a sus discípulos. 
Y he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: --Os saludo! Y acercándose ellas, abrazaron sus pies y le adoraron. 
Entonces Jesús les dijo: No temáis. Id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea. Allí me verán". 
(Mateo 28: 5-10).

                                                            *************

La Luz se demostró más grande infinitamente que todas nuestras oscuridades juntas.
La gracia del Resucitado ha logrado vencer nuestras desgracias mortales.
Pidamos a Cristo Resucitado poder resucitar con Él, ¡ya desde ahora!


Wednesday, March 27, 2013

Semana Santa.



"La puerta de la fe". (cf.Hch 14,27).
 ...Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. 
Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. (Porta fidei 1)

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año, es una oportunidad para hacer un alto a  tantas ocupaciones, distracciones y diversiones y sacar tiempo para dedicarse a la oración y a la reflexión de los Misterios de la Pasión y Muerte de Jesús. 
De esta forma podremos participar de las celebraciones propias de este tiempo de conversión y de Gracia.
La Semana Santa comienza el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.
Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestras culpas. Es asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.
 Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.
 La Resurreccion de Jesucristo nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.*


TRIDUO PASCUAL
Se conoce como Triduo Pascual al tiempo comprendido desde la tarde del Jueves Santo, hasta la madrugada del Domingo de Pascua, en donde se celebran los tres grandes misterios de la Redención: la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo.
Para la liturgia católica el Triduo Pascual es una sola celebración que empieza el Jueves con la Misa vespertina de la Cena del Señor, en donde se evoca la última Cena de Jesús, cuando instituyó el Sacramento de la Eucaristía, el del Sacerdocio ministerial y el Mandamiento del amor fraternal.  
El Viernes Santo se medita sobre la Pasión de Cristo y se conmemora la Cruz. La Iglesia, siguiendo una antigua tradición, este día no celebra la Eucaristía, sino que los fieles comulgan con las hostias consagradas el día anterior. 
El Sábado Santo se caracteriza por un profundo silencio de meditación, de perdón, de reconciliación.
El Domingo introduce la Pascua de Cristo, con la Vigilia Pascual. Es el Domingo más importante de la historia. 
La Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su Pasión y Muerte, esperando su Resurrección.
La celebración del Triduo termina el Domingo.
(Se considera  Domingo, a partir de las 18 horas del Sábado).

"Los sugerentes ritos del Jueves Santo, del Viernes Santo, el silencio henchido de oración del Sábado Santo y la solemne Vigilia Pascual, nos ofrecen la oportunidad de profundizar en el sentido y el valor de nuestra vocación cristiana. 
Con el Triduo Pascual, conmemoramos el evento central de nuestra redención preparándonos para las fiestas de Pascua". 
(Benedicto XVI. 11-03-08)

A finales del siglo IV, San Ambrosio hablaba de un Tridum Sacrum para referirse a las etapas históricas del misterio Pascual de Cristo, que, durante tres días 
et passus est, et quievit et resurrexit.
San Agustín utilizó parecida expresión 
Sacratissimum Triduum 
para indicar los tres días de Cristo
crucifixi, sepulti, suscitati.


*Bib. (Extractos de tiempodereflexión.com)







Friday, March 15, 2013

SS. Francisco


Papa Francisco
                                         
 El Cardenal Jorge Mario Bergoglio, se ha convertido en el Sucesor de Benedicto XVI y en el primer Papa latinoamericano.
Su designación para ocupar la silla de San Pedro es también la primera de un jesuita para dirigir la Iglesia Católica.
El Papa Francisco nació el 17 de Diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta de la capital argentina.
A los 22 años se unió a la Compañia de Jesús donde estudió y obtuvo una licenciatura en Filosofía.
Tras incursionar en la enseñanza privada, comienza sus estudios de Teología y se ordena como sacerdote en 1969.
Cuatro años después, a los 36 años, fue nombrado responsable nacional de los jesuitas argentinos, cargo que desempeñó durante seis años.
Tomó el nombre por Francisco de Asís, santo austero y humilde y reformador de la Iglesia en el Siglo XIII.

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Antes de la bendición urbi et orbi  el nuevo Obispo de Roma pidió a los congregados:
 "Recen a Dios para que bendiga a vuestro Papa".
           
En su primera homilía como Papa y hablando en italiano, sin leer ningún texto, SS Francisco, ha observado que las tres lecturas tienen algo en común:

“El movimiento. En la primera de ellas, el movimiento es camino; en la segunda el movimiento está en la construcción de la Iglesia; en el Evangelio, el movimiento está en la confesión. Caminar, construir, confesar”.


El Pontífice ha recordado que lo primero que Dios dijo a Abraham fue: “Camina en mi presencia y sé perfecto… Nuestra vida es un camino. Cuando nos detenemos, hay algo que no funciona. Caminar, siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, intentando vivir con la perfección que Dios pide a Abraham”.


“Construir, edificar la Iglesia; se habla de piedras: las piedras son consistentes; pero son piedras vivas, piedras ungidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia, la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es el Señor mismo
.
“Confesar.... Podemos caminar cuanto queramos, podemos construir tantas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, no vale. Nos convertiríamos en una ONG filantrópica, pero no seríamos la Iglesia, esposa del Señor. Cuando no andamos, nos detenemos... retrocedemos. Cuando no se construye sobre las piedras ¿qué pasa? Nos pasa lo mismo que a los niños cuando hacen castillos de arena en la playa: terminan cayéndose porque no tienen consistencia”. 
Y, citando a Leon Bloy, el Santo Padre ha afirmado: “El que no reza al Señor, reza al diablo”, porque “cuando no se confiesa a Jesucristo se confiesa la mundanidad del demonio”.
“Caminar, edificar, construir, confesar. Pero no es tan fácil, porque cuando se camina, se construye, se confiesa, a veces hay sacudidas, hay tirones, que no son movimientos propios del camino porque nos hacen retroceder”.

“Incluso Pedro que ha confesado a Jesucristo, le dice: “Tu eres Cristo, el hijo de Dios vivo. Yo te sigo, pero no hablemos de la Cruz. Es algo que no tiene nada que ver... Te sigo, sin la Cruz”. Pero “cuando caminamos sin la Cruz, cuando construimos sin la Cruz y cuando confesamos a un Cristo sin la Cruz... no somos discípulos del Señor: somos mundanos; somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor”.


“Y yo quisiera que todos, después de estos días de gracia, tengamos el valor; sí, el valor, de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor, de edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor que se derramó en la Cruz; y de confesar la única gloria: a Cristo crucificado. Y así, la Iglesia irá hacia delante. 

Deseo para todos nosotros que el Espíritu Santo y la oración de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda esta gracia:  caminar, edificar, confesar a Jesucristo.

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Oremos siempre por el Papa Francisco, que desde ya lo queremos, porque es el Vicario de Nuestro Señor Jesucristo aquí en la tierra.
¡Bienvenido Papa Francisco!