El pasado Sábabo 18 de Mayo, La Escuela de la Mística Carmelitana tuvo de nuevo la oportunidad de reunir a sus participantes -gracias a la gentileza de la Hermanas Carmelitas- en la Capilla del Monasterio de Los Chorros, a fin de continuar con el estudio del libro, "Las Moradas del Castillo Interior", de Santa Teresa de Jesús, de acuerdo al programa pautado por los organizadores.
El Padre Cristian Manuel Guerrero Sánchez,
Administrador Parroquial de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en Yagua, Estado Carabobo, Arquidiócesis de Valencia, gentilmente aceptó la invitación de la Escuela y durante la mañana hizo una didáctica y
pormenorizada explicación sobre los cuatro capítulos de las "Quintas Moradas".
Intentaremos resumir en este espacio el importante y extenso tema.
En el primer capítulo el Padre Cristian disertó, sobre lo que para Teresa son cosas que el entendimiento no logra entender, como por ejemplo que el alma está unida a Dios por la Gracia porque Dios habita en todas las almas aún cuando las personas ofendan a Dios.
"Envíame Señor, del Cielo luz, para que yo pueda entender estas enseñanzas".
El término unión, conecta con eso que no tiene palabras.
Teresa trata de explicar con su pluma a través de su experiencia, la unión.
Escribe Teresa: "Como os podría yo decir la riqueza y tesoros y deleites que hay en las quintas moradas...?. Creo mejor no decir nada de las que faltan pues no se ha de saber decir ni el entendimiento lo sabe entender, ni las comparaciones pueden servir de declararlo, porque son muy bajas las cosas de la tierra para este fin".
En el capítulo II, -continúa el P. Cristian- Teresa retoma una imagen que ha ido mencionando sobre el símbolo del gusano de seda, la metamorfósis. La santa usa este término para ilustrar nuestra transformación que es el proceso de pasar del hombre viejo al hombre nuevo. Somos unos gusanos que se arrastran por el piso y Dios nos pone a volar.
Del capullo nace una mariposa blanca maravillosa, es necesario que el gusano muera dentro del capullo, es la muerte mística.
Nos divinizamos. Es una gracia que podamos tocar las puertas de esta Quinta Morada que por la Misericordia de Su Majestad, nos trajo hasta aquí.
"...y allí con las boquillas van de si mismos hilando la seda y hacen unos capuchillos muy apretados. adonde se encierran y acaba este gusano, que es grande y feo, y sale del mismo capucho una mariposita blanca muy graciosa... y el pobre gusanillo pierda la vida en la demanda".
El capítulo III, -prosigue el P. Cristian- trata sobre la
vida nueva.
La Morada es un lugar de intimidad escondida en Cristo. Nuestra alma nos ha unido a Él, estamos dentro de Él. La Morada es Dios, el capullo que el mismo gusano va construyendo. Esta Morada es perdernos en Dios. La merced la dará Su Majestad.
Primer momento: como nace el gusano.
Segundo momento: como ya nacido, el gusano se transforma.
Tercer momento: el gusano muere en el capullo para dar paso a una vida nueva
Es la unión de Dios con el alma. Es la muerte mística para alcanzar la unión con Cristo.
La mariposa ya no se arrastra, vuela, ha sido invitada a volar.
Es la libertad que ahora experimenta el alma. Es la libertad en Dios.
Comprendemos que esta muerte mística es la muerte a nosotros mismos, a las cosas mundanas.
Jesús muriendo alcanzó la vida eterna.
Hay que hacer dos cosas que quiere el Señor: amor a Dios y amor al prójimo.
Obras quiere el Señor, esta es la verdadera unión con Dios.
En la unión con Dios, la orden es amarlo a Él y amar al hermano.
"...nos pide el Señor, amor de Su Majestad y del prójimo. es en lo que hemos de trabajar. Guardándolas con perfección hacemos su voluntad y así estaremos unidos con Él... Plegue a Su Majestad nos dé gracia para que merezcamos a este estado, que en nuestras manos está si queremos"
Depués de una devota y recogida visita al Santísimo Sacramento, el P. Cristian retomó la fructífera charla con el capítulo IV de las "Quintas Moradas" y menciona cómo Teresa presenta a Saúl y a Judas, para significar que no debemos de estar seguros con la presencia, porque si hacemos nuestra voluntad, perdemos todo lo que hayamos encontrado.
Explica el padre, como la santa hace una comparación con Dios y el matrimonio cuando dice que así como la cera se deja imprimir por el sello, así comienza el matrimonio y como en el noviazgo las personas están llamadas a conocer a Dios conociendo Su Voluntad.
En esta etapa el alma quiere tratar de agradar a Dios y el dolor de perderlo le hace doler el corazón.
Al estar en la "Quinta Morada" se debe volar libremente en la Voluntad y el Amor de Dios.
Concluye la jornada el P Cristian, con una oración, pero antes invita a reflexionar sobre la importancia de tratar de vivir las obras de Misericordia.
-Dar de comer al hambriento.
-Dar de beber al sediento.
-Corregir al que se equivoca.
-Consolar al afligido.
-Orar por el prójimo.
-Practicar el don de todos los dones: conocerte a ti mismo y amarte...
La psicología del "Castillo Interior" es saber como "Pablo", que:
"no soy yo, es Cristo quien vive en mí".
"Ya tendréis oído muchas veces que se desposa Dios con las almas espiritualmente. ¡Bendita sea su misericordia que tanto se quiere humillar! Y aunque sea grosera comparación, yo no hallo otra que más pueda dar a entender lo que pretendo, que el sacramento del matrimonio.
...porque queda el alma tan enamorada, que hace de su parte lo que puede para que no se desconcierte este divino desposorio. Más si esta alma se descuida a poner su afición en cosa que no sea Él, piérdelo todo...
Por eso, almas cristianas, a las que el Señor ha llegado a estos términos, por Él os pido que no os descuidéis, sino que os apartéis de las ocasiones que aun en este estado no está el alma tan fuerte que se pueda meter en ellas, como lo está después de hecho el desposorio, que es en la Morada que diremos tras ésta".
Oración:
Pidámosle al Señor la gracia de disponernos a construir la Morada donde hemos de morir en el tiempo que Su Majestad quiera darnos.
Concédenos Señor la gracia de disponernos a morir contruyendo el capullo y nos permita Su Merced imprimir en nosotros el sello de Su Presencia. Amén.
En suma, llegar a las Quintas Morada es ya prácticamente un estado de éxtasis, más allá del cuerpo y la mente, donde se vive la unicidad con Dios.
Santa Teresa llama a este estado oración de unión.
En nombre del Carmelo Seglar de Caracas y de las Hermanas del Monasterio de la Virgen del Carmen y San José, hacemos llegar nuestro agradecimiento al P. Cristian Guerrero, por su solidaridad y su disponibilidad y por compartir sus amplios conocimientos sobre la obra de Santa Teresa de Jesús, con los participantes de la Escuela de la Mística Carmelitana de Caracas.
Dios lo llene de Bendiciones y le siga concediendo sabiduría y fortaleza para continuar con el apostolado de sus enseñanzas.